Mi tema principal es la madurez emocional, así que es de esperar que siempre aconseje una comunicación educada y sin escalas... y así lo hago. Sin embargo, ese tipo de comunicación sólo funciona con personas fundamentalmente bienintencionadas, que no son todas. A algunas personas les encanta menospreciar y humillar a los demás, jugando a pequeños juegos de poder. Creo que es emocionalmente beneficioso tener preparadas algunas réplicas para tratar con ese tipo de personas. En este artículo quiero enumerar las mejores réplicas para situaciones cotidianas que he encontrado hasta ahora.
¿Cuándo pueden funcionar mejor las réplicas que una comunicación estrictamente madura y considerada?
Hay gente con poca empatía y mucho afán de poder. A estas personas les importa más su momentánea sensación de poder sobre ti que establecer buenas relaciones o entablar una comunicación razonable. Algunas personas son incluso sádicas, es decir, disfrutan causando dolor a los demás. Ya sea en Internet, en el trabajo, en la calle o incluso en casa, estas personas aprovechan cualquier oportunidad para menospreciar a los demás.
¿Por qué comprometerse?
A menudo oímos el consejo de ignorar los insultos y el acoso verbal (yo recibí muchos consejos de este tipo de mis padres cuando era niña), pero las cosas no son tan sencillas. No somos seres puramente lógicos. Al contrario, somos criaturas instintivas en muchos sentidos. Uno de nuestros instintos es preocuparnos por lo que los demás piensan y dicen de nosotros, porque necesitamos aceptación social y pertenencia. En el pasado, nuestra supervivencia dependía de la pertenencia a un grupo. Sentirnos rechazados o excluidos por los demás puede afectarnos inconscientemente, aunque intentemos descartarlo lógicamente.
Además de buscar la aceptación, también tenemos una necesidad natural de sentirnos dignos y respetados por los demás. Sentirse menospreciado puede ir minando sutilmente nuestro sentimiento de autoestima, por mucho que intentemos combatirlo con lógica. Cuando restauramos el equilibrio de poder con buenas réplicas, también restauramos nuestro sentido de la autoestima. No responder a las agresiones verbales puede parecer como permitir un abuso y, para nuestro "niño interior", puede incluso parecer que no nos valoramos de verdad. Así que, con el noble propósito de preservar tu autoestima, he recopilado una lista de las mejores réplicas para el día a día.
Una buena réplica no sólo puede proporcionar satisfacción temporal, sino que también puede disuadir al acosador de volver a participar en juegos de poder contigo. Los acosadores suelen ser cobardes; prefieren elegir blancos fáciles... personas inseguras que no saben defenderse.
Algunas observaciones prácticas
Algunas personas son groseras por desconsideración o frustración, más que por malicia deliberada. Puede que no estén contentas con su vida o que hayan sido intimidadas por otra persona, por lo que redirigen su agresividad hacia un objetivo más fácil. Es lo que se denomina "agresión desplazada". Puede que estas personas no sean intencionadamente maliciosas, sino que simplemente carezcan de autoconciencia y empatía. Con este tipo de personas, una respuesta directa pero más suave y relativamente respetuosa puede ser suficiente.
Por otra parte, algunas personas confunden las burlas amistosas con el acoso. Las bromas amistosas suelen transmitir un mensaje de inclusión y aceptación: "Vemos tus rarezas y defectos, los señalamos en broma, pero seguimos siendo tus amigos". Sin embargo, si has sufrido acoso antes, puede que esto te duela y lo sientas como una exclusión en lugar de una inclusión. Observa tus emociones y explora de dónde vienen realmente.
Las personas con trastornos de la personalidad (por ejemplo, narcisistas o límite) o problemas de salud mental pueden intensificar su respuesta si utilizas determinadas réplicas. Con estas personas, a menudo es mejor utilizar estrategias diferentes, como la roca gris enfoque para narcisistas abusivos.
Ten en cuenta que cada situación es única y que sólo tu instinto puede decirte qué funcionará mejor en cada caso. Evite ser demasiado directo con personas que podrían volverse físicamente agresivas o que podrían perjudicarte de otras formas (por ejemplo, tu jefe). En estos casos, mantener tu seguridad o tu puesto de trabajo es prioritario. Usa tu sentido común y no vayas en contra de tu intuición. (Más información: Cómo enseñar a los niños a usar su intuición).
Prepáralo con antelación. No confíes en tu memoria después de leer esto una o dos veces. Cuando la grosería nos pilla desprevenidos, tendemos a recurrir a hábitos automáticos, a menudo los que aprendimos de niños. Sin embargo, es poco probable que esas viejas soluciones sean eficaces. Para responder de forma diferente, hay que practicar mentalmente nuevas estrategias para poder utilizarlas rápidamente en situaciones inesperadas. Te recomiendo que imagines de antemano varias situaciones difíciles y decidas cómo quieres reaccionar. Puede que no suene "guay", pero es mucho más eficaz que limitarse a esperar lo mejor.
He aquí algunas de las mejores respuestas que he encontrado hasta ahora. Algunas de estas sugerencias son mías, otras son de mis amigos y el resto son de comentaristas anónimos.
Respuestas para personas que pueden ser descorteses, pero no malintencionadas:
Son asertivas, pero no agresivas. Están pensadas para animar a las personas desconsideradas a replantearse su comportamiento.
- Mírales a los ojos y guarda silencio.
- "Por favor, desquítate con alguien que se lo merezca". (Esta me gusta mucho).
- "¿Te sientes mejor ahora?" o "Espero que te sientas mejor ahora".
- "Lo siento, ¿dilo otra vez?
- "¿Realmente querías decir eso?"
- "¿Puedes explicar lo que querías decir?"
- "¿Por qué estás tan enfadado, qué ha pasado?"
- "¿Esto realmente funciona para ti?"
- "Qué cosa más rara" o simplemente "Interesante".
- "Ya basta". (Dilo con firmeza y baja la voz al final de la frase).
Respuestas para los maleducados
Cuando no se puede razonar con alguien, se le puede confundir o desinflar. Se presentan de forma aproximada, de menos conflictiva a más directa.
- (Sacude la cabeza y) sonríe, pero no digas nada: deja que se pregunten por qué.
- Míreles directamente a los ojos y dígales cordialmente "¡Gracias!".
- "¡Me lo tomaré como un cumplido!"
- "Sólo puedes insultarme si el insulto no es lo bastante creativo".
-?Para no decepcionarte, ¿cómo quieres que reaccione?
-Únete a ellos en enumerando todas tus imperfecciones que podrían haber pasado por alto. Termina con: "Ha sido divertido. ¿Qué más tienes?
- Si alguien intenta enmascarar un insulto como si fuera una broma, pídele que te explique por qué es gracioso (siéntete libre de fingir que estás un poco confuso).
- Míralos y diles "tienes algo verde entre los dientes"
- ¿Se suponía que eso heriría mis sentimientos?
-"Gracias, es la primera queja que tengo hoy".
- "Tdime algo que no haya oído antes".
- "Bla, bla, bla"
- "Espero que el resto de tu día sea más agradable que el tuyo".
- "Gracias por tu rudeza, espero que te haga mejor persona".
- "Me han llamado cosas peores personas mejores".
- "Que tengas el día que te mereces".
Recuerde que la forma de responder es tan importante como las propias palabras. Hable con calma y seguridad, sin levantar la voz ni dejarse llevar por las emociones. Una leve sonrisa o una pausa tranquila pueden dar más peso a tus palabras y dejar una impresión más fuerte.
Conclusión:
Como cualquier otra habilidad comunicativa, también se puede abusar de estas réplicas para manipular a la gente o eludir responsabilidades. Por favor, no lo hagas. Ten en cuenta qué tipo de relación quieres tener con la gente que te rodea.
En general, es buena idea presumir de buenas intenciones hasta que se demuestre lo contrario. Muchas personas que parecen algo groseras, puede que simplemente hayan tenido malos modelos de conducta en la infancia y no hayan tenido la oportunidad de aprender algo mejor. Dales el beneficio de la duda, si tiene sentido.
Asume la responsabilidad de reconocer los desencadenantes de tu infancia antes de reaccionar. Abraza a tu niño interior antes que a cualquier otra cosa. No elijas tus reacciones para herir a los demás, sino para proteger tus límites. Espero que este artículo te haya dado suficientes buenas ideas para las situaciones cotidianas.
Lectura recomendada:
Cómo enseñar a los niños a usar su intuición
Cómo resistir a la manipulación